viernes, 6 de noviembre de 2009

Contador y su pasado (II)

Año 2007. Retomamos la particular historia de Alberto Contador en el mundo ciclista. ¿Recuerdan que habíamos dejado a nuestro intrépido protagonista en el Discovery Channel, una vez abandonó el equipo de Saiz tras el escabroso escándalo de la Operación Puerto? Hablemos pues de su nuevo equipo. El Discovery Channel. Anteriormente Us Postal, Motorola y 7Eleven. El mismo conjunto en el que Armstrong desarrolló la práctica totalidad de su carrera deportiva y con el que consiguió siete Tours de Francia, el conjunto imposible dirigido por Bruyneel que enfilaba a todo el pelotón en todos y cada uno de los puertos de la ronda francesa. El equipo lanzadera, por la peculiar manera de caer poco a poco los gregarios del tejano, a quien llevaban en corderetas hasta la cima.

Allí llegó Contador dos años después de la retirada de Lance Armstrong. No lo hizo como líder, a pesar de que Bruyneel se deshacía en elogios hacia el pinteño, sino como posible gregario de Ivan Basso, la esperanza italiana, ganador del Giro de Italia en 2006 con exhibiciones de otro planeta, implicado en la Operación Puerto y durante los últimos años de carrera de Armstrong, segundo espada oficial. El heredero, decían. Uno de los más fraudulentos ciclistas que conoce la historia reciente de este noble por lacerado deporte. Basso era el jefe de filas para el Tour de Francia 2007 pero, vaya por dios, el CONI de la mano del incansable Ettore Torri, el mismo juez que ha sancionado a Valverde, consiguió una muestra de sangre y la cotejó con la bolsa de Birillo. Birillo, por si no lo recuerdan, era el perro de Basso. Como era un puzzle de sencilla resolución, ya ven, Eufemiano no pecaba de original precisamente, Basso fue sancionado dos años por el TAS. Y así Popovych, ucraniano, tercero en el Giro en 2003 y ganador de una etapa frente a Ballan y Freire en el Tour del año anterior, pasó a ser el jefe de filas del Discovery en el Tour del 2007.

¿Contador? En el ostracismo. Ya ven, sancionan al lider máximo para la ronda francesa y aún sigue siendo gregario. El tiempo sin embargo le daría razón. Por cierto, gregarios, interesantes tipos en la estructura amparada por Bruyneel. Enumero: Hamilton, Heras, Landis y Beltrán. ¿Qué tienen en común? Que todos fueron gregarios de Armstrong y que todos, tras abandonar el redil americano, dieron positivo. ¿A qué conclusión podemos llegar? ¿A que en el Us Postal no se dopaban o a que lo hacían y jamás les pillaron dado el avance médico del equipo? Uhm. Sigamos. Llegó el Tour y en la primera etapa pirenaica, con final en Tignes, Popovych se hunde y Contador llega con los favoritos tras pinchar y remontar de manera espectacular en pleno puerto. La etapa la ganó Rasmussen y se puso líder, Valverde aguantó con todos los demás y Mayo hizo segundo, qué tiempos aquellos. Como Valverde seguía ahí, nadie reparó en la proeza del joven escalador madrileño.

Pero llega la decimotercera etapa, contrarreloj en Albi y Valverde desaparece del mapa. La etapa la ganó Evans y Contador hizo sexto para sorpresa de todos los aficionados. Se colocó segundo en la general, relativamente cerca de Rasmussen y con oficialidad, pasó a ser la nueva esperanza del ciclismo español para vencer una vez más un Tour en la carretera y no en los despachos. El resto lo conocerán todos. Ganó en Plateau de Beille solo solito con Rasmussen tras una apertura de patas descomunal de Evans, saltó y saltó hasta cinco veces en el Peyresourde pero no logró descolgar al danés y se jugó todas sus cartas en la etapa que finalizaba en el descomunal Aubisque. Probó suerte un par de veces, siempre ayudado por Leipheimer, pero en los tres kilómetros finales Rasmussen impuso su ley y ganó una etapa marcada por esta bonita exhibición del ciclismo español: de los veinte primeros, once españoles. Contador se dejó medio minuto con Rasmussen e incluso Lepiheimer fue capaz de superarle. Hunidmiento nacional, el gozo español en un pozo.

La distancia superaba los tres minutos frente a un intratable Rasmussen que había mejorado en contrarreloj. Pero, sorpresa, sorpresa, Rasmussen es expulsado del Rabobank. ¿La historia? Verán, desde que el danés agarrara el liderato en Tignes, la UCI se ufanó en recordar que el ciclista del Rabobank había pasado desaparecido dos meses de competición, sin paradero conocido alguno. ¿La excusa? En México, preparando con su mujer el Tour de Francia. Todo muy oscuro y sospechoso ya que ni el propio equipo holandés conocía el paradero de Rasmussen. La cosa se complicó cuando Davide Cassani, comentarista de la RAI, afirmó haber visto a Rasmussen en los Dolomitas, Italia, vestido de negro subiendo un puerto mientras llovía en una fecha en la que teóricamente debía estar en México. Rasmussen se saltó dos controles de la UCI y ocultó su paradero, o al menos, no lo hizo saber a tiempo. Por todo ello, muy sospechoso, para qué engañarnos, fue expulsado. La UCI y el Rabobank podrían haberlo hecho antes ya que conocían la situación de Rasmussen antes de que comenzara la ronda francesa, pero jamás imaginaron el rendimiento sorprendente de un escalador alocado sin aspiraciones de campeón.

Tras su victoria en el Aubisque, Rasmussen desapareció del mapa y Contador, sin montaña de por medio en la que defenderse, se puso de líder. Defendió habilmente su escasa distancia frente a Evans y Leipheimer y el resto también lo conocen. Héroe, nueva promesa, limpio, refulgente, tan blanco nuclear que es necesario llevar gafas de sol para observarle, como en los funerales. Contador vivió el sueño de todo ciclista a pesar de que ganó el Tour, como Pereiro, en los despachos. Por cierto que antes de ganar el Tour ya se había salido en la Paríz-Niza, conquistándola por primera vez para un español desde Miguel Indurain. Sin embargo, el pobre Contador se quedó sin equipo porque, vida injusta ésta, Discovery Channel se cansó de su patrocinio y decidió destinar su dinero a mejorar Cazadores de Mitos. ¿Y qué haría el pobre Alberto ahora? Menuda pregunta. Seguir la estela. Al Astana otra vez. Pero de la mano de Bruyneel.

Imagen | Google Images, El Mundo, El Periódico

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