domingo, 29 de noviembre de 2009

Sobre el mal llamado pinganillo

No. No se llama pinganillo.

Aclarado este punto pasemos a hablar de la radio, ese artefacto tan odiado por el aficionado y tan "necesario" desde el punto de vista ciclista/director. No no engañenmos. Lo que para el espectador desde su sofá es la perversión de la libertad individual del ciclista y del espectáculo para el mánager desde su automóvil supone tener todo bajo su control. De otra manera sería complejo explicar el porqué de su importancia en el ciclismo actual, con todo lo que eso conlleva. Y con eso me refiero a los míticos nueve tipos a pie del último puerto para que un robot rubrique la victoria en lo alto de, pongamos, Hautacam o Alpe D'Huez.

La UCI pretende erradicar la radio entendida como la entiende el mundo ciclista hoy en día. Es decir, la radio particular y privada de cada equipo mediante la cual el director decide quién ataca, cuándo, porqué y cómo. La radio que hace del cilista un engranaje más sin libertad de movimientos. Cabría preguntarse si es de real utilidad ya que ejemplos de la incompetencia de los directores los hay a raudales, y uno de ellos es el de Valverde descolgándose dirección Sauces en una puerto de segunda sin apenas mayor complicación para dejarse dos minutos en meta. Era 2008 y Contador caminaba hacia su Vuelta a España. ¿Unzúe le dijo algo así como a dónde vas alma de cántaro, que baje un compañero a por el chubasquero? No parece.

Yo estoy a favor de una radio colectiva semejante a la de la F-1. Frecuencia abierta donde las órdenes de equipo queden al descubierto y sean levemente frenadas. La frecuencia abierta, algo parecido a Radio-Vuelta o Radio-Tour permitiría comentar los lances peligrosos de la carrera, otorgando así la seguridad que tanto pregonan los ciclistas y directores, sin que por ello el corredor se vea coartado por las decisiones que se toman desde el coche, donde las sensaciones y sobre todo las piernas tienen poco que ver. Es la solución más inteligente y que más contenta, o debería, a todos, pero mucho me temo que las intenciones de la UCI son sueños húmedos sobre papel mojado.

¿Recuerdan lo que sucedió durante el pasado Tour de Francia? El 14 de julio, día de la festividad francesa, la organización decidió correr sin radio. A excepción de los equipos franceses, el Skil-Shimano y el Garmin el resto de equipos boicoteó la etapa donde se escaparon tres franceses más el siempre admirable Ignatiev. Carera-farsa, últimos veinte kilómetros a velocidad de crucero y victoria en meta para Cavendish. El estamento ciclista no admite injerencias en sus deseos y penaliza con la exclusión y la marginación a todos aquellos que decidan no obedecerle —cómo olvidar a Simeoni y Armstrong en 2004—. Como una mafia, en suma. La noticia es positiva pero no creo que llegue a ser exitosa. Veremos, como siempre.

Imagen | Universo Ciclista

1 comentario:

  1. It's much more practical and convenient to use wireless headsets than the typical type.

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