viernes, 20 de noviembre de 2009

Un equipo por y para Armstrong

[Sí, esa mirada mata]

Un año ha durado Lance Armstrong en el Astana. Su temporada no merece mayor repaso: rodaje sin llamar demasiado la atención en los primeros meses, se marca un duodécimo puesto muy digno para un señor de su edad en el Giro y llega al Tour para ganarlo, de manera increíble. La machada del Giro era ya de por sí increíble en un tipo de 38 años, pero en cierto modo asumible. Lo del Tour no tuvo nombre: tercero. Ahí es nada, tras tres años alejado de la competición. Nunca dejen de sorprenderse, como bien saben.

Pues bien, terminado su periplo al lado de Contador en el conjunto kazajo y sabedor de que quiere ganar una vez más el Tour, se ha largado del Astana y ni corto ni perezoso se ha montado un equipo llamado Radio Shack para él solito, donde mantenga su círculo de amistades y donde sea el líder máximo sin que nadie le tosa. Se ve que Contador causó cierta desazón en el tejano y en 2010 espera vengarse a su manera, comportándose como el tirano que fue durante siete años en la ronda francesa. Por supuesto no esperen que Armstrong planee ganar cualquier otra carrera: su equipo rota en torno a julio y pobre de aquel que aspire a algo más.

[Armstrong y Bruyneel viendo la París-Niza 2009, descojonándose, claro]

A buen seguro que el Radio Shack nos teletransportará a los viejos tiempos del Us Postal, ese hiperequipo de rendimiento fisiológico metahumano. No en vano Johan Bruyneel volverá a estar al volante de la escuadra, siempre cerca de su íntimo amigo el tejano, para lo deportivo y para lo extradeportivo. Con él, dos viejos gregarios del americano: Ekimov y Azevedo, conocedores de todo aquello que necesita un ciclista para rendir en julio. Y la pléyade de ciclistas del Astana que no ha querido estar cerca de Vinokourov ni de Contador, tomen aire: Brajkovic, Horner, Kloden, Leipheimer, Paulinho, Popovych, Rast, Rubiera y Vaitukus.

[Leipheimer ha preferido volver a ser gregario]

Especial mención merecen Kloden y Leipheimer, dos ciclistas que se resignan a ser gregarios en vez de aspirar a algo más. En el Sky Team andan pidiendo un jefe de filas pero Leipheimer, muy fiel, ha preferido volver a ser gregario de Armstrong. Pues bien, verán como el Radio Shack, que además cuenta con el patrocinio de Nike y Trek gracias al tirón mediático de Armstrong, recordará al difunto Us-Postal. Nueve corredores a pie de puerto y esas cosas. Tan sólo espero y deseo que esta vez Armstrong no haga de cada julio un motivo por el que apagar el televisor y odiar este deporte.

Imagen | De archivo

2 comentarios:

  1. 9 corredores hasta el pie del último puerto, Heras y Rubiera (ahora serían Leipheimer, Kloden o Paulinho) aceleran la marcha y Armstrong ataca. El pensamiento de Lance: uno para mi y todos para mi.
    Que Leipheimer vaya de gragario de Armstrong no sorprende, siempre le gusta correr muy tapado, cubierto por un lider y tampoco posee carisma de liderazgo.
    En cambio de Paulinho me esperaba que corriera con Contador, pues creo que fue el unico que estuvo a su lado en el pasado Tour.

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  2. Felicidades por el blog, me han gustado mucho los textos. Habrá que seguirlo...
    Un saludo!

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