miércoles, 28 de octubre de 2009

La temporada de Alejandro Valverde

Si hay un corredor español versátil y talentoso en cualquier terreno, ése es Alejandro Valverde. Es una lástima, sin embargo, que el murciano no debiera competir en ninguna prueba durante dos años ya que, fehacientemente, el CONI ha demostrado que la bolsa 18.Valv.(Piti). contenía su sangre. Es decir, que estaba metido de lleno en la Operación Puerto, a diposición de Eufemiano Fuentes mientras corría en el Comunitat Valenciana. A pesar de ello, como en España semos así y como el TAS no decidirá hasta el próximo Noviembre si la sanción se extiende a todo el mundo, Valverde ha podido cuajar una temporada de luces y sombras. Luces, como las que ha tenido durante toda su carrera a excepción de aquel irrepetible y patético 2007, porque es el mejor corredor del mundo. Sin más.

Pese a que dista mucho de su magistral 2008, la temporada de Valverde este 2009 ha sido la de sus sueños. Su onírico año se debe ni más ni menos ha que ha superado sus propios fantasmas y ha conseguido alzarse como ganador de la Vuelta a España, sin sobresaltos, apenas atacando, resistiendo los escasos arreones que Gesink o Samuel Sánchez lanzaban muy de vez en cuando. Tan sólo tuvo un momento de debilidad en La Pandera del que supo reponerse de manera fastuosa. Valverde ha demostrado, más bien, se ha demostrado a sí mismo que es capaz de imponerse en una gran vuelta de tres semanas, lo cual impedirá que comprenda cuál es su verdadero potencial y centrará, una vez más, todos sus esfuerzos en conseguir el Tour de Francia. Inútilmente. Quizá lo gane o quizá no, pero si Valverde dedicara mucha más atención a las clásicas o a las vueltas de una y dos semanas, su palmarés podría acercarse, figuradamente, al de Sean Kelly.

Sin embargo no será así y como corredor español que es vive y morirá obsesionado con el Tour de Francia. Hipotecará una vez más su temporada a la ronda francesa, ya que este año no pasa por Italia, ya saben, pequeñas trampas administrativas que le impiden pisar con un dorsal el país transalpino. En cualquier caso, y aunque esté lejos de ser una temporada igual de buena que la de 2008, Valverde se ha vuelto a salir. Segundo en el Ránking UCI y primero en al CQ Ranking, comenzó la temporada llevándose dos etapas de la Vuelta a Castilla y León. Preparó un año más las Árdenas sin acudir al País Vasco y antes de su trípitico pasó por la Clásica de Primavera y se la llevó. ¿Y en las Árdenas, terreno Valverde? Nada de nada. Rien de rien. Antaño vencedor en Lieja y Flecha Valona, esta vez se quedó con la miel en los labios, sin que le importara demasiado por otro lado. Lejísimos en la Amstel que se llevó Ivanov, sin fuerza para remontar en la Flecha —séptimo— y en el grupo que regaló la Lieja a Schleck —19º—. Magros resultados para un corredor capaz de ganar cualquier carrera de un día sin pavés que se proponga.

Tras su fiasco en las Árdenas cuajó un Romandía más que aceptable, siendo cuarto final tras el imperioso Kreuziger. Valverde preparaba su calendario en torno al Tour, pero sin ir al Tour. Una especie de demostración para los organizadores y para el mundo entero en general: estoy en gran forma aunque no vaya al Tour, para que veais lo que os perdeis. Tras Romandía arrasa en Catalunya y se larga a la Duphiné. Y allí, en la víspera del Tour, repite triunfo. Con el dorsal 1 a la espalda lanza un ataque apoteósico en el Mont Ventoux, le deja la victoria a Szmyd de manera patética, arrebata el liderato a Evans y se coloca con casi dos minutos de ventaja a la espera de la última etapa con final en Cry de Foix. Allí Evans sufrió la pinza Contador-Valverde y el murciano se adjudicó una vez más la prestigiosísima prueba. Sublime.

Durante el Tour vagó melancólico en la Vuelta a Madrid, donde fue segundo tras el célebre Héctor Guerra. Y de ahí al final, Vuelta a España. Y poco más. Ganó, eso sí, antes de la ronda española la pequeña Vuelta a Burgos a Tom Danielson y Ezequiel Mosquera, futuribles rivales en la ronda hispánica. Hizo 17º en San Sebastián sin pena ni gloria y en agosto se concentró con todas sus energías para hacer la Vuelta antes ya descrita. Noveno en el mundial y adiós muy buenas.

Cualquier ciclista mataría por una temporada como la que Valverde ha tenido este año. Es sencillamente espectacular. Aunque, como digo, sigo pensando que yerra en sus objetivos cada temporada. Valverde debería olvidarse del Tour, o como mínimo dejarlo de lado, para centrarse en las clásicas del norte, donde podría ser un dominador tiránico durante varios años. Sea como fuere el murciano lo tiene crudo: si el TAS decide que la sanción del CONI es extrapolable a todo el mundo, Valverde se puede pasar dos añitos en el dique seco, sin Árdenas, Tour o Vuelta. Crónica de una muerte anunciada señores, el nombre de Piti lleva durante demasiados años pululando impunemente en los documentos de la Operación Puerto. Guarden en la memoria este post. Puede que sea el último que hable de un corredor no sancionado.

Imagen | Esciclismo

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