miércoles, 7 de octubre de 2009

Casualidades maliciosas

Tenía previsto hablar de Alberto Contador pero la primicia es la primicia. Según Le Monde, un diario bastante más riguroso en lo relativo al dopaje y a sus entresijos que los españoles, la UCI tuvo un trato de permisividad con el equipo Astana y sus controles antidopaje durante el Tour de Francia. La noticia no es nueva ya que salió algo durante la ronda francesa pero no por ello es menos sorprendente. ¿Qué sucede? Que los controladores de la UCI no cumplieron los plazos debidamente al pedir los controles de orina a los corredores, esto es, que tardaron más de la cuenta, en ocasiones 50 minutos, con lo que ello conlleva: posibles manipulaciones de la mano de los hermo-druidas del conjunto kazajo.

El asunto no es menor ya que se desvela tras la publicación de un dossier escrito por la AFLD —la Agencia Antidopaje francesa, de temer para cualquier dopado— en el que advierten de las irregularidades en los controles al equipo de Bruyneel. Unos prefieren verlo como una represalia colegial de la AFLD al verse desplazada en el Tour de esta temporada ya que, no en vano, durante la edición de 2008 —la de Dueñas, Beltrán, el Saunier imposible, Kohl y Schumacher— fue la encargada de dirigir los controles antidopajes. Posición que perdió en favor de la UCI en la ronda de este verano, en la que no hubo ni un solo caso de dopaje detectado, motivo de algarabía para los organizadores de la ronda, aventurados una vez más en proclamar que fue la más limpia de la historia.

[El Astana en la CRE del pasado Tour de Francia]

Yo prefiero no verlo así. La AFLD es probablemente el organismo más fiable en cuanto a lucha antidopaje, la UCI, con su pasaporte biológico absolutamente inútil, con sus códigos éticos incumplidos por campeones del mundo como Bettini, con su fragrante incompetencia, en suma, no pasa por ser el mejor adalid contra las jeringas para la mejora del rendimiento deportivo. Hubo irregularidades para quienes prefieren no cerrar los ojos, una simple vendetta para otros obsesionados en asegurar que lo esencial es el espectáculo y que cuantos menos positivos, menos dopaje. Otros, como Carlos Arribas, el periodista que destapó en El País la Operación Puerto, deciden alzar la bandera de si no hay casos positivos, es todo un éxito suceda lo que suceda y se descubra lo que se descubra. Nada nuevo, Contador, su adorado pinteño, corre en el Astana. Vivir en un mundo paralelo, lo llaman.

El problema va más allá. Resulta que recientemente se ha descubierto una nueva sustancia que supera a la EPO MIRCERA de tercera ganeración llamada Sestide, un avance más de los hermo-druidas. Si la UCI ya de por sí va muy retrasada en la tecnología sanguínea imaginen las virguerías que un corredor con tal sustancia correteando alegremente por su sangre podría haber hecho durante la carrera francesa. Algo así como resucitar a un muerto de 38 años y auparle al podio. Es un suponer, tampoco se avalancen sobre mí. En cualquier caso el Astaná no es culpable, si no la UCI, por no hacer bien su trabajo. Yo, qué quieren que les diga. En estos asuntos prefiero creer a los franceses que al máximo organismo ciclista internacional. Quedará en nada, como siempre, como los análisis retrospectivos de EPO del Tour del 99 en los que tipos como Armstrong o Beltrán dieron positivo —cuando la EPO era indetectable y no sancionable—, pero el escándalo ahí seguirá. Y curiosamente otro equipo de Armstrong como protagonista. Ah, las casualidades. Qué maliciosas y perversas pueden llegar a ser.

Imagen | El País, Esciclismo

4 comentarios:

  1. A mi personalmente el caso de Armstrong me cabrea en desmanera. Siempre bajo sospecha, nunca nadie ha metido valientemente la nariz en el tema. El intocable.
    Una nueva trampa de esos Hermo-druidas, un nuevo invento quimico que durará unos meses hasta que sea detectado, y cuando esto suceda ya habrá aparecido otros.
    Veremos en que acaba toda esta polémica.

    Gran post de nuevo
    Un brazoo

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  2. @ Juandi: Con Armstrong siempre ha sido así. Sus equipos han sido siempre locomotoras, los de Bruyneel. Su rendimiento siempre, desconcertante. Ha hecho podio en el Tour tras arrastrarse dignamente en el Giro (fue el 12º) con 38 años, pero nadie parece interesarse por un rendimiento fisiológico paranormal y digno del estudio de los mejores científicos del planeta.

    Respecto al Sestide, da miedo pensar qué pueden hacer los corredores con esas hormonas danzando en sus arterias. Pavor imaginar quién la tendrá y quién no.

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  3. Yo leí en una revista que los tratamientos para curarle el cncer a Armstrong le habían disminuido las cantidades de grasas en el cuerpo. Aunque esta teoría quedó muy refutada por la mayoría de oncólogos del mundo.

    Ahora bien, del rendimiento del equipo en el Tour siempre resultó impactante. Quiero que os situeis: Tour de Francia 2004, etapas de montaña a pie del ultimo puerto llegaban: Armstrong, Beltrán, Azevedo, Landis, Peña, Hincapie, ¡Ekimov y Padrnos! Dos rodadores volando en los puertos franceses dia tras dia.

    En fín, el hombre siempre tropezando con la misma piedra una y otra vez.

    Un abrazo

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  4. @ Anónimo: El súper-Us Postal. Lo de Ekimov y Padrnos subiendo puertos como sherpas era ya el colmo de la obscenidad.

    Para los menos históricos: es como si hoy en una etapa que atraviese Galibier, Croix de Fer y Alpe D'Huez, el CSC llegue a pie de puerto del Alpe D'Huez escoltando a los Schleck y Sastre con Cancellara y Voigt...

    ...

    ...

    Anda.

    Los equipos de Armstrong siempre han sido súper-equipos y nunca les han cazado. Ni un solo positivo en la escuadra del Us Postal. Ahora bien, ex-gregarios que luego probaron suerte en otros equipos los hay a patadas: Landis, Hamilton, Heras y Beltrán. Otra maliciosa casualidad.

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