lunes, 19 de octubre de 2009

Gilbert culmina un otoño mágico

Coppa Sabatini, París-Tours, Giro del Piamonte y Giro de Lombardía. Simple y llanamente espectacular. Philippe Gilbert, belga, valón, de 27 años, culminó el pasado sábado un otoño absolutamente estelar, glorioso, a la altura únicamente de los más grandes. En diez días se ha llevado cuatro clásicas, dos de ellas de prestigio altísimo, ya que, no en vano, el Giro de Lombardía es uno de los cinco monumentos. Venció en Lombardía como lo hizo en París-Tours, con un ataque poderoso, plato grande engranado, rompiendo el pelotón en mil pedazos y largándose en compañía de un único superviviente: Samuel Sánchez, el mejor corredor español en la última prueba de nivel de la temporada. Lucía el sol otoñal en el norte de Italia, cerca del lago Como, donde hace un año Ballan se proclamó campeón del mundo. Lucía Gilbert, para romper la racha de victorias italianas en una clásica que necesitaba un vencedor que no proviniera del país transalpino, que no se llamara Bartoli, Bettini o Cunego.

Gilbert es un ciclista especial. Uno de los pocos capaces de rendir en cualquier tipo de clásica, suponga el nivel de exigencia que suponga. Repasemos: ya ha hecho tercero en Flandes, cuarto en la Amstel y cuarto en Lieja, además de llevarse de manera imperial la París-Tours frente a un desesperado Boonen. Ya ganó en 2006 y en 2008, vistiendo los colores del equipo que le dio a conocer, la François de Jeux, la Het Volk, la semi-clásica de pavés que se disputa a comienzos de la temporada, y ya ostenta en su palmarés una prueba en línea de durísimo trazado como es el Giro de Lombardía, frente a rivales de la talla de Gesink, Cunego, Evans, Kolobnev —en una de sus pocas apariciones con el maillot del Saxo Bank, cosas de los sputniks—, el sorprendente Hoogerland y Sánchez, tercero en País Vasco, segundo en la Vuelta y cuarto en el Mundial. Siempre delante. Siempre batallando. Como hasta hace bien poco hacía Gilbert. Con la diferencia sideral de que ahora, el valón, triunfa.

Gilbert puede ganar donde sea. Aún no ha despuntado en la Roubaix, la clásica de mayor especialización de todo el calendario, pero es cuestión de tiempo y preparación. Ayer se impuso de nuevo al sprint, lo que, sin ser su especialidad, domina a las mil maravillas. Tan pronto se impone a un corredor rápido e intuitivo como Samuel Sánchez como lo hace frente a un pura sangre como Boonen, como hace segundo en Caravaca de la Cruz tras Farrar. Samuel Sánchez, en otro nivel, repitió su segundo puesto de 2006, año de su explosión. El sábado no pudo con un ciclista que ha terminado la temporada a otro universo del resto del pelotón. Gilbert. Asusta pensar qué puede hacer en 2010 si continúa a este nivel.



[Aconsejable ver el final del Giro de Lombardía sin la música que le acompaña]


P.D.1

¿Otro caso de sospecha de dopaje con el Astaná de por medio? ¿De verdad? No me lo puedo creer. Maliciosas casualidades, otra vez provocando que el inmaculado equipo kazajo se encuentre en pleno ojo del huracán. Las jeringuillas también son odiosas, al igual que los malditos franceses, empeñados en hacer la vida imposible a honrados equipos que cuentan en sus filas con genios superdotados como Armstrong o Contador.

P.D.2

Pues menuda novedad. Der Spiegel es una de las revistas de mayor tirada y mayor prestigio de toda Europa, pero la noticia no tiene ningún misterio más allá de comprobar hasta qué punto los clientes de Eufemiano padecían de los mismos síntomas que cualquier yonki de las Barranquillas. Adicción constante y permanentes visitas a su camello de turno.

Imagen | Cyclingnews

1 comentario:

  1. El final de temporada de Gilbert solo se puede calificar de espectacular. Además parece tocado por la magia de la versatilidad pues rinde en clásicas tan distintas como Flandes, Tours y Lombardia.
    ¿Ganará la Lieja?

    ResponderEliminar